Mérida, Yuc. La disputa legal entre dos acaudaladas familias yucatecas -Barbachano Herrero y Rosas Moya- por la propiedad de emblemáticos hoteles, enclavados en la zona arqueológica de Chichén Itzá, tendría un resolutivo final luego de que la noche del miércoles le entregaron los bienes inmuebles a su dueño original, el empresario Fernando Barbachano.
Elementos de la Fiscalía General de Yucatán, coordinados con integrantes de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Policía Estatal de Investigación, procedieron a la entrega de los hoteles Mayaland y The Lodge At Chichén Itzá, en favor de Barbachano Herrero.
El operativo se realizó en cumplimiento a la solicitud de autoridades Quintana Roo, donde se emitió la resolución judicial dictada por un Juzgado de Control del Distrito Judicial de Cancún, como parte de la carpeta administrativa 768/2022, con fecha 29 de abril de 2025, que solicita el cumplimiento inmediato de la entrega física y material de ambas propiedades.
El origen del conflicto data del año 2020, cuando Barbachano Herrero vendió a Rodolfo Rosas Moya, conocido empresario yucateco, dicho complejo hotelero por la cantidad de 10 millones de dólares, mediante un contrato de compraventa que incluía una “garantía de arras” de 500 mil dólares y un anticipo de 4.5 millones de dólares al momento de la firma y entrega.
En un contrato de compraventa, las “arras” son una garantía que el comprador entrega al vendedor para asegurar el cumplimiento del contrato. Esta garantía puede ser de diferentes tipos: confirmatorias, penitenciales o penales, cada una con consecuencias distintas en caso de incumplimiento.
También se contemplaba el pago 1.5 millones de dólares dentro de los 60 días posteriores, y otro, de 4 millones de dólares al momento de la formalización en escritura pública, con la salvedad que las dos cantidades finales tendrían que ser transferidas a la cuenta bancaria que, posteriormente, fuera designada por Barbachano Herrero.
En abril de 2021, Rodolfo Rosas pagó a Fernando Barbachano los primeros 4.5 millones de dólares y a cambio le fue entregada la posesión y la operación del hotel Mayaland, así como la propiedad de The Lodge At Chichén Itzá.
Cuando tocaba el segundo abono, que ascendía a 1.5 millones de dólares, Barbachano no mandó a Rosas Moya el número de la cuenta en donde debería realizarlo y cortó toda comunicación con él.
Barbachano argumentó que un día después de vencida la fecha en que se debía cubrir el monto se comunicó con Rosas Moya para decirle que al no haber recibido el anticipo de 4.5 millones de dólares, esta cantidad aplicaría como pena y la compraventa quedaba rescindida.
Posteriormente giró órdenes a sus guardias de seguridad para desalojar a Rodolfo Rosas de las instalaciones hoteleras.
En respuesta, Rosas Moya denunció a Fernando Barbachano ante la Fiscalía de Quintana Roo por el delito de fraude y despojo, además de solicitar la devolución de su dinero por la vía mercantil.
La denuncia penal se desahogó mediante el exhorto No. 18/2022, derivado de una carpeta de investigación realizada por dicha institución, por lo cual se ordenó esta semana el aseguramiento de la propiedad.
Además se “trabó” el embargo de la negociación mercantil y el inmueble, ordenado por el Juzgado Segundo Mercantil del Primer Departamento Judicial del Estado de Yucatán, con número de expediente 00877/2021.
El hotel Mayaland, cuya primera parte fue construida en 1923, abarca 250 mil metros cuadrados de la zona de Chichén Itzá, una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo Moderno y Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1988.
Fallo a favor
A principios de diciembre de 2024, Barbachano Herrero demandó que la Fiscalía yucateca acabara con esta disputada legal y le fuera devuelta la posesión física del hotel que, según él, ocupaba ilegalmente Rosas Moya.
En rueda de prensa, Barbachano Herrero y sus abogados sostuvieron que hay una orden precisa de la Fiscalía General de Quintana Roo, la cual falló a favor del empresario, donde solicita a su par de Yucatán entregar el sitio a su “original dueño”.
Recordó que ante el Registro Público de la Propiedad, la familia Barbachano Herrero aparece como legítima propietaria del hotel, con más de 100 años de fundación.
Barbachano y sus abogados señalaron que mediante argucias legales, Rodolfo Rosas obtuvo la posesión física del predio tres años atrás para usurpar la propiedad y operar el hotel con ganancias obtenidas que no le corresponden.
El empresario señaló, en su momento, que las Fiscalías de Quintana Roo y Yucatán permitieron abusos y hasta acusaciones infundadas en su contra por parte de Rosas Moya.
Además, sus abogados expusieron que se cometieron “aberraciones jurídicas al amparo del poder” durante el gobierno del mandatario panista (2018-2024), Mauricio Vila Dosal, y actual senador de la República, para favorecer a Rosas Moya.